Saber canalizar la energía para que siempre sea positiva es uno de los puntos clave de nuestra artista destacada. María Aparicio Puentes nos abre la puerta de su imaginario, un lugar donde ha trazado innumerables directrices a través de la simetría, la geometría y un singular concepto de la belleza.
Los hilos de colores son los protagonistas de sus piezas, collages donde los relieves otorgan un nuevo sentido a las fotografias que escoge la artista para sus intervenciones. Encantadora y con muchas ganas de vivir y crear, Maria Aparicio hoy comparte con nosotros su percepción del arte y nos habla acerca de sus experiencias en este sector.
DOZE Magazine: Para comenzar nuestra entrevista ¿Quién es María Aparicio Puentes?
María Aparicio: ¡Hola! Muchas gracias por la invitación. ¡Qué difícil encontrar las palabras que me definan exactamente! Soy una mujer de 30 años, arquitecta de profesión, de nacionalidad chileno-española y, actualmente, estoy muy contenta con mi vida.
Me siento con mucha energía para emprender nuevos desafíos y con ganas de aprender y seguir desarrollando mis capacidades. Soy muy afortunada con la vida que he vivido y estoy feliz con las decisiones que he tomado, puesto que me definen como la persona que soy hoy y me siento muy orgullosa.
DM: Estudiaste Arquitectura en Chile, tu tierra natal, y después te trasladaste a Barcelona para estudiar Diseño urbano y Arte público. ¿Cuál es tu profesión en la actualidad?
MA: Es cierto. El 2008 me titulé en Arquitectura en la Universidad de Chile. Trabajé en dos oficinas de arquitectura desarrollando diversos proyectos y en agosto del 2009 llegué a Barcelona a estudiar un Master en Diseño Urbano en relación al arte público, a la participación ciudadana y a su implicación en la regeneración urbana en nuestras ciudades. Desde la época universitaria pensaba estudiar en España un postgrado. Mi padre es español y siempre tuve curiosidad por vivir en su país y conocer lo que él había visto y lo que él recuerda. ¡Fue una gran experiencia!
Actualmente trabajo como productora en el área de arquitectura en una institución del Gobierno acá en Santiago. Estoy muy contenta porque veo muchas cosas. Desde liberar a un container que se encuentra en el puerto con una muestra del pabellón que representó a Chile en la pasada Bienal de Arquitectura de Shenzhen en China, hasta cómo mejorar el actual decreto que rige los concursos de anteproyecto de Arquitectura. En paralelo, continúo trabajando en la intervención de imágenes con hilos, imaginándome nuevos proyectos en torno a ello, apuntando a explorar hacia un cambio de escala.
DM: Has desarrollado un lenguaje visual muy potente a través de la conceptualización de imágenes manufacturadas con hilos. ¿Podrías contarnos cómo llegaste a concebir esta técnica, cómo elaboras estas piezas y qué pretendes expresar con ellas?
MA: Desde pequeña me he sentido cercana a las artes. Me encantaba la asignatura de Artes Plásticas, era mi favorita. Siempre me ha gustado dibujar, crear con las manos, hacer cosas nuevas. Empecé a trabajar con hilos en la universidad, aunque mis intervenciones no se centraban en las imágenes, sino en la relación con el espacio, enfatizando tensiones, dimensiones y vacíos. En paralelo,siempre he tenido una fascinación por el hand & craft, los tejidos y el crochet, aunque no lo practique.
Recuerdo que mi primera intervención sobre una imagen fue en la casa de mi novio, en abril del año pasado en Barcelona. Él avanzaba en el diseño de una página web para uno de los proyectos que estábamos pensando llevar a cabo y yo, mientras tanto, hojeaba una revista. Ví a una chica que miraba fijamente a la cámara. Llevaba un vestido negro. La imagen se enfocaba en su cara y en su torso. Todo negro y su mirada. Tomé el hilo, enhebré la aguja y comencé a hacerle una especie de collar, sin meditarlo demasiado. Me gustó mucho el resultado, el relieve, la idea de collage y la posibilidad de ir haciendo y deshaciendo las puntadas. Lo que hago es seleccionar una imagen, contactar al autor y pedirle permiso para crear sobre ella, imprimirla, trabajarla y escanearla, buscando evidenciar las relaciones espaciales que se generan en un momento (en un encuadre en este caso).
DM: Trabajas con fotografías de otros artistas con los que realizas sinergias de colaboración. ¿Bajo qué premisas haces la selección de estas imágenes?
MA: Para seleccionar una imagen me dejo llevar por la intuición, por lo que me genera al verla por primera vez. Puedo detenerme en una simetría, en la falta de un elemento y sobre todo en su geometría. Creo que todas las imágenes sugieren direcciones, tensiones o puntos potenciales para ser intervenidas. Durante el proceso de creación, los trabajos que realmente me satisfacen son aquellos que responden a la naturaleza compositiva de sus elementos y no a los que busco imponer un resultado formal. Evito esto a toda costa porque considero que, a nivel de concepto y propuesta, es más pobre y rebatible (para mis parámetros).
DM: Nos ha llamado la atención tu uso, casi exclusivo, de las fotografías en blanco y negro. ¿Cuál es el motivo de esta tendencia a la selección de imágenes monocromáticas?
MA: La gran mayoría de estas imágenes, en su origen, son a color. Me gusta trabajar en blanco y negro porque, por una parte, siento que no estoy trabajando con la imagen original y, por otra, porque las intervenciones cobran más protagonismo. Los hilos de colores sobre un fondo monocromático realzan los conceptos, las tensiones o las relaciones espaciales que busco hacer patentes.
DM: ¿Te resulta más estimulante hacer uso de fotografías ajenas o te has planteado realizar tus propias tomas? ¿Alguna vez te has encontrado con una negativa para utilizar una fotografía?
MA: De momento me interesa enfatizar relaciones aparentemente invisibles en imágenes que voy viendo, mayoritariamente en mis favoritos de Flickr. Así comencé, enviando mensajes a los autores de estas imágenes, pidiéndoles permiso para intervenirlas con hilos. La mayoría de la gente se muestra muy entusiasta. Otra gente no responde. Nunca nadie me ha dicho “no” de frente. Después vinieron las colaboraciones (gente que me invitaba a intervenir imágenes puntuales de su autoria) y con estas, una mayor complejidad en el trabajo.
Las colaboraciones me gustan porque son un desafío; el hecho de tener que llegar a un acuerdo entre lo que haces y las expectativas de quien te invita. Los resultados en general han sido buenos. La mayoría no son imágenes que yo hubiese escogido para intervenir, pero lo más valioso de estos trabajos es poder conocer a la gente, ver como se relaciona, lo que espera, descubrirla más allá de la visibilidad con la que se da a conocer.
Por otra parte, me gusta la autonomía del trabajo en solitario. El decir - ¡Es esto! - Hay que coser aquí, con estos colores, con esta densidad, haciendo visible lo que quiero enfatizar y que previamente he visualizado en mi mente. Eso me gusta mucho. Marcarme a mi misma los límites, decir y sentir - ¡Ya está! - No sobra ni falta nada. Esto resulta muy satisfactorio pero no siempre sucede.
En mi paso por Barcelona me acerqué mucho a la fotografía. Mi novio me regaló una Yashica MG-1 para mi cumpleaños y desde ese momento comencé a sacar fotos. Y tengo de todo. Imágenes que me gustan, otras que no, algunas que funcionarían para ser intervenidas con hilos, otras que no. No se, de momento me siento cómoda trabajando y colaborando con otras personas aunque no descarto en un futuro trabajar de manera integral. Ese es otro desafío que me gustaría emprender. Pienso que debería concebir un proyecto muy específico, muy personal y dirigido, y comenzar a desarrollarlo. Espero poder hacerlo este año.
DM:¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Algún artista predilecto?
MA: ¡Tantas fuentes! La vida misma es la mayor fuente de inspiración y por lo tanto todo lo que experimentas, escuchas, asocias y sientes. La música, el cine, las conversaciones que mantienes con tus amigos, con tu familia y con la gente desconocida. Lo que vas observando de todo ello. El hecho de ir a una exposición de artesanía y maravillarte con todos los micromundos, con todos esos maravillosos objetos. El pensar cómo fueron elaborados, el tiempo empleado, lo que pensaban los artesanos al realizarlos. El detenerte en un textil y sentir una nueva motivación, el querer crear algo nuevo a partir de lo que te dejó esa percepción durante segundos. Encuentro increíbles todas estas experiencias y sensaciones que te permiten guardar cada día ideas, sensibilidades y nuevas posibilidades en tu memoria.
¿Artistas predilectos? ¡Muchos! Toulouse-Lautrec, Monet, Degas, Richter, Hopper, Gordon Matta-Clark, entre tantos otros.
DM: Has vivido en Barcelona ¿Qué opinas de esta ciudad? ¿Crees que España es un país con oportunidades en el sector artístico? ¿Tienes intención de residir en alguna otra ciudad en un futuro próximo?
MA: Viví alrededor de dos años y siete meses en esta ciudad y fue una gran experiencia. He crecido mucho en Barcelona. Aprendí a valerme por mi misma, a estar lejos de lo conocido, a abrirme a nuevas experiencias, a conocerme y a ser fuerte. También a fortalecerme (en el sentido lúdico) para enfrentarme a la vida, a las situaciones o a las personas. Barcelona es bella, tiene todo: Historia, arquitectura, cultura, gente de todas partes con visiones particulares y enriquecedoras, geografía y un fuerte sentido de pertenencia e identidad entre sus habitantes. Me gustaba mucho formar parte de ello, quizás la mayoría de las veces como espectadora. Me sentía como en una película, escuchando música, andando a toda velocidad y cruzando la ciudad en bicicleta. A esto me refería por lúdico, al hecho de estar despierto, asociando ideas, mirando, escuchando a la gente, adivinando sus idiomas. Fue una experiencia muy estimulante.
A pesar de la crisis que todos conocemos, considero que España ofrece muchas oportunidades en el sector artístico. Veo a gente muy entusiasta llevando con fuerza sus ideas y proyectos adelante, buscando la forma de encontrar un espacio para seguir desarrollándose. A nivel cultural, hay mucha materia para enriquecer las mentes y la creatividad: Seminarios, exposiciones, charlas, eventos, ferias, workshops, becas de estudio o las facilidades que se encuentran para hacer una pasantía en otro país. Quizás puedas considerarme ingenua, ya que no vivo la realidad española del día a día pero, aun así, siento que es imprescindible valorar estas instancias para el desarrollo tanto artístico como personal.
DM: ¿Tienes algún proyecto en mente del que puedas adelantarnos algo?
MA: El próximo mes comienzo un taller de telar mapuche, cosa que me entusiasma muchísimo. Hace tiempo que quiero acercarme a esta técnica, trabajar los hilos a una escala mayor. Tengo la idea de desarrollarla en imágenes de gran formato.
DM: Si echas un vistazo hacia atrás ¿En qué piensas que has evolucionado como artista?
MA: Más que artista como persona. Siento que he evolucionado en la capacidad de emprender proyectos, sacarlos adelante y aprender de ellos. También en saber gestionar mi tiempo y en asimilar que mi trabajo ha sido reconocido por otros. ¡Son muchas cosas! Frutos del trabajo, del gusto y del entusiasmo.
DM: Tu frase favorita
MA: Visualiza todo lo que quieres que te ocurra. Visualízalo, visualízalo y vuelve a visualizarlo.
DM: Un lugar para desconectar
MA: La casa de mis padres en Punta de Tralca.
DM: Un adjetivo que te defina
MA: Sensible.
DM: Un consejo para los lectores de DOZE que se están iniciando en el sector del arte.
MA: Constancia y trabajo. Si te gusta algo mantente trabajando, explorando, probando. Siéntete feliz haciéndolo. Se paciente y disfruta tanto el proceso como el resultado.
cargocollective.com/mariaapariciopuentes
-
"La Iglesia nos Canibaliza"< Anterior
-
"Todo lo que nos rodea es un estímulo o una inspiración para el trabajo...Siguiente >