Vera Icon Responde

DOZE Magazine tiene el placer de contar dentro de sus contenidos con la participación de Vera Icon en un consultorio sobre Arte Contemporáneo. Semanalmente hará una selección de las consultas que más puedan interesar a nuestros lectores y los miércoles podrán leerse sus respuestas.

Todo interesado en contactar con Vera Icón -experta en arte contemporáneo- podrá hacerlo, o bien a través su email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o en su Fanpage utilizando vuestro nombre o pseudónimo.  

Estimada Vera, desde hace tiempo tengo una cuestión que me gustaría resolver y nunca he encontrado el momento para planteárselo a alguien con experiencia como tú. Como buen castellano recuerdo un dicho que dice algo así como ‘...donde tengas la olla no metas la polla...’ (Where you have the pot do not enter the cock) En el curioso mundillo del Arte ¿esto también hay que aplicarlo? Si es así voy mal... Pero que sería mejor ¿acostarse con alguien de mayor o menor trayectoria profesional?

Darling,

Te alegrará saber que ese refrán apenas se cumple en el mundo del arte, como en cualquier otro, y menos en el sur de Europa, por lo que conozco.  El mundo del arte no deja de ser parte del show business, y se rige por reglas parecidas. Si hubiese alguna publicación de prensa rosa dedicada al arte contemporáneo, entenderíamos mejor lo que ocurre.  Saber ‘quién está con quién’ resolvería muchas de nuestras dudas: ‘¿Cómo es que X está exponiendo en este Centro de Arte de moda?’ ‘¿Cómo es posible que X haya ganado este premio?’, etc.

Desde luego, debes liarte con alguien de mayor trayectoria profesional si estás empezando, y viceversa. Sin embargo, hay algunas particularidades en el mundo del arte. Al contrario que en el mundo del cine, las relaciones endogámicas son pésimas.  Evita a los artistas si eres artista, y a los comisarios si eres comisario. 

La artista Sam Taylor-Wood con su exmarido, el galerista Jay Jopling, y con su marido actual, el actor Aaron Jonson. Fuente: Hello! Magazine

Querida Vera, soy una artista pobre e ignorada.
 Hay un asunto que me tiene muy preocupada y espero que me puedas ayudar, se acercan las grandes ferias de Arte y no sé que ponerme.....Podrías recomendarme un estilismo apropiado para cada una?

Darling,

Se comenta mucho el ‘mal gusto’ o la ‘excentricidad’ en la forma de vestir dentro del mundo del arte. Yo creo que es una forma de diferenciarse de los demás representantes del mundo cultural (titiriteros, danzarines, cuentistas…) 

Con la llegada de la temporada de ferias de arte, esto se agudiza, y hay que dejar claro desde el principio tu rol como profesional del arte y separarte de la plebe visitante. Dependiendo de lo que seas, los estilismos son bastante invariables. Los comisarios suelen decidirse por el ‘look funeral’, de negro riguroso, aunque acompañado de algún detalle absurdo (gorra de rapero, botas de après-ski, mitones, estolas, calcetines flúor...) Las galeristas adoran los vestidos de diseñadores chic que no favorecen nada (Miyake, Margiela), los tacones y las peluquerías imposibles, aunque el look ‘rockera geriátrica’ lleva muchos años vigente también. Los artistas aprovechan que no tienen dinero para presumir de austeridad y espiritualidad – ‘odio las ferias de arte, odio el mercado’- y se lanzan al ‘look posguerra’ en todas sus variables (maquis republicano, veterano de Vietnam, prostituta de la guerra de Crimea…) Los coleccionistas hacen lo que les viene en gana, son los que mandan.

Mi consejo es que busques un look personalizado, como han hecho muchas otras artistas muy inteligentes, como Orlan o Maruja Mallo, o como yo misma, y llevarlo a todas partes. Vestir siempre igual beneficia tu marca personal y no se fijarán en lo que llevas, sino en si estás o no estás. Además, es comodísimo y ahorras tiempo y dinero. Todo son ventajas.

Las coleccionistas de arte contemporáneo Eva y Adele. Foto: Julien di Giusto

Maruja Mallo

La artista Orlan con los artistas Pierre et Gilles 

Querida Vera, ¿cómo te conservas tan bien a tu edad? ¿Hiciste un pacto con el diablo o has posado alguna vez para Damien Hirst y el formol te vino bien?

Darling,

Voy a recomendar a Damien que saque el tiburón y te meta a tí en la urna. Verás qué bien se te queda la piel.

Hola Vera, acabo de terminar mis estudios en una facultad de Bellas Artes de provincia y estoy un poco despistada. No sé si ser pintora, escultora, artista política o performer, aunque esto último es lo que más me tienta. ¿Podrías darme algunas ideas?

Darling,

Cualquier especialista en arte contemporáneo te diría que esa aproximación es equivocada, y que no se trata del formato, sino de lo que el artista quiere comunicar y bla bla bla. Pero seamos prácticos: tienes que hacerte un nombre, la performance está de moda, y no requiere apenas dinero para producción. Además, es muy fácil: se trata de copiar cualquier cosa ridícula que veas en un reality show de la tele, (como comerte sesenta huevos o caerte de algún sitio), todo ello revestido de cualquier concepto sobre la identidad o el género que encuentres por Internet, y repetirlo muchas veces hasta que los asistentes a tu performance se aburran. Es importante que te duela físicamente, que haya algo sexual, y si eres mona y lo haces desnuda, mejor que mejor. Ya tendrás tiempo de demostrar lo que vales.

Marina Abramovic, ‘The artist is present’ MOMA, 2010. Foto: David Trullo 

Querida Vera, ¿consideras que el ‘naranja Rothko’ es el nuevo rojo?

Darling,

El rojo es el color de la sangre, de la pasión y del sonrojo que me produce tu pregunta. El naranja es el color de una fruta, y esa fruta el tamaño de tu cerebro.

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