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Cultura visual y nuevos medios. La moda interactiva

Actualmente el fenómeno de la moda tiene unas características que trascienden de su propio principio cosustancial social. Ya no distingue clases sociales, ni estatus económico, ni significa una pertenencia a alguna tribu urbana.

Ni tan siquiera cumple la función de individualización de las personas o la identidad singular en las sociedades postindustriales. El verdadero valor del fenómeno de la moda reside no en ella, sino en todo lo que gravita sobre el símbolo “moda”.

Su interés mediático surge como consecuencia de los diversos canales de comunicación, artísticos y visuales que han surgido con las nuevas tecnologías y han implosionado la traslación del objeto de moda: el vestido, por el valor de moda como producto: las marcas. Por lo tanto, lo que se trata de buscar no es tanto la creatividad del vestido sino de lo que pone en escena dicho vestido. Es decir, la moda plantea en el nuevo milenio una recreación simulada y real de una forma de vida, un escenario perfecto para vender no solamente ropa o vestidos, sino también complementos, viajes, joyas, muebles... y todo lo relacionado con un determinado estilo de vida.

Pero ¿de dónde se consigue buscar la creatividad en moda en este nuevo paisaje? ¿de dónde surgen las fuentes de inspiración de los/as diseñadores/as actuales? Los espacios digitales de las diversas pantallas (televisión online, smartphones, tablets, Internet, etc.) han suplido la herencia clásica de la visibilidad de la moda (cine, televisión y prensa). Ahora se busca una moda tipificada por acortar distancias entre la pasarela y el público, donde el espacio-tiempo comercial de las temporadas se ven recortados por las exigencias de los seguidores de las marcas que, en un clic, pueden virar campañas enteras por todo el mundo y sin coste alguno. 

Videoarte, performance, música pop, artes escénicas, videoclips, fotografía, arte visual, fashion films... son las nuevas claves para entender este fenómeno y su potente creatividad en un mercado donde lo visual ejerce su tiranía.

La contaminación de la moda por la dirección artística obedece, cada vez más, a espacios que no son propios de su industria, sino del arte, el cine, la publicidad y/o la comunicación. Es como si se apropiase de otros lenguajes o viceversa.

La moda ahora se proyecta no sobre la ropa/vestido, sino en todo lo que conlleva: producto/branding/marca, en definitiva, el estilo de vida. Y aquí es cuando entra en juego la estrategia de mercado, ocasionando una moda acorralada por los departamentos de marketing de alguna multinacional.

Texto: Ángel Román


"Espacio dedicado a la cultura visual contemporánea, la creatividad digital y motor de ideas para creadores en la era tecnológica".



Ángel Román es productor cultural y consultor empresarial para proyectos tecnológicos. Especialista en nuevos medios y sociólogo de la moda. Ha publicado varios libros sobre ensayos de cine, arte y marketing digital. También es formador en social media y un apasionado de los nuevos modelos de negocio digitales.

Además está interesado en añadir valor a lo intangible en los productos y servicios de las Industrias Creativas y Culturales.

+ info: www.angelroman.net