Esta semana ha tenido lugar en Madrid la segunda edición de MFSHOW Men AW 14, la única pasarela dedicada íntegramente al hombre que existe en nuestro país e igual que en la anterior edición, ha estado volcada en presentar al público y la prensa una serie de colecciones destinadas al gran consumo. Bajo la tutela omnipotente de El Corte Inglés, varias empresas -entre ellas Soloio, Anglomanía, Tenkey, El Ganso, X-Adnan y Emidio Tucci- se han reunido en espacios significativos de la capital para mostrar indumentarias que insisten en los códigos establecidos y se apartan de la creatividad anhelada por otras plataformas.
Casi todas las propuestas apuntan a la figura del dandy, prestando especial atención a la sastrería mediante tejidos de seda y estampados corbateros de impecable manufactura. Durante esta semana se han repetido sobre la pasarela los clásicos de la vestimenta británica –en especial blazers, camisas, tirantes, corbatas, pajaritas y bolsas de viaje-, inspirados en el ambiente de los college británicos y norteamericanos, donde tradición, juventud y deporte han formado una perfecta simbiosis desde hace décadas.
En general, el imaginario de los españoles permanece a años luz de la apabullante creatividad demostrada por los protagonistas de las semanas de moda de Londres y París. Incluso en el atuendo del hombre, históricamente menos original y experimental que el femenino, los británicos y norteamericanos han probado una valentía atroz y un perfecto olfato para el deseo moderno, tal y como demuestran las presentaciones de London Collections: Men (LCM), que han nutrido el anodino armario masculino de propuestas provocadoras y estimulantes.
En Londres, J. W. Anderson ha reabierto el debate de las diferencias de género, incluyendo elementos femeninos muy obvios en prendas tradicionalmente masculinas, lo cual le ha valido primero reacciones desternillantes y después el aplauso unánime de prensa y público. Puede que introducir volantes en un pantalón corto sea una osadía, pero si la moda femenina lleva décadas nutriéndose del atuendo del hombre, ¿por qué lo contrario se considera un disparate? Y si avanzamos hacia una sociedad equitativa donde se admiten otras formas de vivir la sexualidad y plantear una familia, ¿por qué continúa sobreexplotándose la imagen sexual de las mujeres mientras que los hombres siguen aferrados a un pedestal de robustez, vigor, potencia y entereza?
Mientras Londres y París avanzan hacia un entendimiento más maduro de la sexualidad y el estilo, el concepto de macho está tan arraigado en la cultura mediterránea, que en Italia y España pervive como el canon de belleza indiscutible. Las colecciones mostradas en Madrid demuestran que el sector masculino vive tan ajeno a la aproximación de géneros que tan sólo su planteamiento provoca carcajadas. El único que ha osado acercarse al tema esta semana es X-Adnan, cuyos kaftanes masculinos tienen difícil cabida en el armario del hombre español.
Si además de satisfacer a sus clientes, los diseñadores tuvieran el atrevimiento de retarlos a probar formas de vestir alternativas, estos acabarían cambiando su mentalidad e interiorizando que vestir de una forma más acorde disminuye la diferencia entre sexos y nos hace más iguales.
MIRTO
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PRADA
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X ADNAN
X ADNAN
Texto: Guillermo Aroca
Fotografía backstage de Gillermo Aroca
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