
Cuando todavía padecemos las consecuencias de tirarte un fin de semana estirando al máximo la capacidad de aguante de tu cuerpo, podemos decir que el SOS 4.8 se acerca a la mayoría de edad. El festival murciano va camino de convertirse en toda una referencia en el panorama festivalero nacional (e incluso internacional). Así, su cartel ha venido repleto de estrellas y nuevas promesas que han tenido sus grandes momentos en la edición de 2013. Dicho esto, os dejamos con los que, a nuestro parecer, ha sido lo más destacable de la cita musical levantina.
Y no hay mejor manera de hacerlo que empezando con una de las cabezas de cartel de este año: The XX. Una formación que se crece por momentos y mostró con soberbia su manera de entender la música. Llama la atención cómo una puesta en escena tan minimalista y básica puede llenar tanto el escenario.
A la 1:45 del viernes y en el escenario Jägermeister, John Talabot nos regalaba una sesión sin artificios pero potente y madura. Con unas bases rítmicas contundentes y bien estructuradas, consiguió que todos los que estábamos allí moviéramos la cabeza, los pies, la cintura o todo a la vez. Un artista del que esperamos muchos otros momentos como el que nos concedió esa noche.
En el caso de los Crystal Fighters, la sensación fue totalmente la contraria a la de The XX. Además de conocernos al dedillo cada uno de los temas que se iban a tocar, uno tenía la sensación de estar escuchando una versión barata de los temas del disco. Tal vez les vendría bien no hacerse de rogar tanto y dejarnos escuchar todos sus nuevos temas.
Para cerrar la primera noche, los organizadores acertaron con Modeselektor. La mezcla perfecta entre techno, hip-hop y electro (junto con algunas notas de humor por parte del dúo) supusieron el clímax del viernes y fueron el mejor reclamo para querer que llegara la noche del sábado.
De la segunda jornada hacemos una mención especial al producto nacional. Grandes momentos nos dieron Lori Meyers, L. A. y Los Punsetes. El contrapunto lo puso la chilena Javiera Mena, con una actuación en la que su vestido brilló más que su voz.
Los M83 nos transportaron a su mundo onírico y nos envolvieron con un potente directo muy bien adecentado por sus visuales. Una formación que consigue implementar la fuerza de sus canciones con el directo.
El DJ set de Justice sirvió para calentar los motores de quien venía después: Vitalic VTLZR. Una sesión que fue repasando viejos y nuevos temas para hacer que todos bailáramos de lo lindo. Su puesta en escena (con ciertas reminiscencias Kraftwerianas) hizo el resto. Una concatenación de nuevos himnos a los que poco les queda para convertirse en clásicos.
Dicho esto, y a sabiendas de que nos dejamos algunos otros comentarios y anécdotas en el tintero, cabe destacar la correcta evolución de uno de los festivales más jóvenes en nuestro país. Así que, si el año que viene es igual o mejor, repetiremos.
*Foto de portada de Legal Music
-
Valle Eléctrico suena a nórdico< Anterior
-
UBHS: nuevos aires para el pop españolSiguiente >
LO + VISTO
LO ÚLTIMO
- ARTE
-
ARTE
13 años 1 mes
- ARTE
- ARTE
- Videodrome