
Cecil Beaton. Alice B. Toklas and Gertrude Stein, 1936. © Cecil Beaton Studio Archive, Sotheby's London
No sería desacertado comenzar un artículo sobre la mujer en el mundo de las artes del siglo XX con una pequeña mención al ya muy referenciado artículo de Linda Nochlin “¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?” y la petición al propio lector de hacerse la misma pregunta, no sin antes cuestionarla. Inevitablemente hablar de la mujer en el arte del siglo XX es hablar de aquella que ha logrado destacar en un mundo de hombres. Aquella que ha sobrevivido al (intencionado o no) olvido y a la que nos han permitido conocer. Podríamos pensar que no es que no haya habido mujeres artistas hasta el siglo XX, digamos el XIX por no ser tan pesimistas, sino que los creadores de la Historia han obviado, silenciado o minusvalorado el papel de ciertas personas del mundo del arte. Por suerte el XX se convierte en un momento de cambio a través del cual modificar también la situación de la mujer y concretamente su papel en ese complejo y masculino mundo del arte. ¡Al fin podremos encontrar mujeres en esos libros de texto que leemos en las escuelas!
A esta realidad se une otra no menos importante y que señaló Virginia Woolf hace casi un siglo, dando voz a un hecho hasta entonces prácticamente mudo. La mujer (en este caso concreto en la literatura, pero pudiendo aplicarse la idea a toda producción creativa) necesitaba dinero y una “habitación propia” para poder llegar a desarrollar una labor intelectual o artística. Sólo desocupándose y tal vez despreocupándose de su realidad más habitual (marido, hijos, quehaceres domésticos, etc.) podría lograr desarrollar, o al menos intentarlo, una obra. Estas ideas que Woolf propuso hace ya tanto resultan hoy ciertamente obvias, pero sin embargo dieron con la piedra filosofal de la creación artística: la libertad. Por desgracia no sólo hablamos de libertad económica e intelectual, sino que a las restricciones impuestas desde fuera se unen las que de forma inconsciente nos aplicamos nosotras mismas, movidas por nuestra educación, cultura, ámbito social... La mujer del XX da pasos hacia su libertad, encontrando en el arte una escapatoria. Sin embargo, esos pasos deberán convertirse en zancadas, apoyándose en una constante reflexión, juicio y crítica de lo que la rodea, para lograr evadirse de una realidad que siempre la dejó de lado y crear una que la defina de forma coherente.
Para ilustrar estas ideas hemos escogido a cinco mujeres del XX relacionadas con el mundo del arte. Tanto mujeres que observan como mujeres que crean. Mujeres que, partiendo de la subjetividad de quien escribe, son dignas de tener un lugar en la historia del arte, al menos en la suya.
Gertrude Stein (1874-1946)
Mujer, judía, lesbiana, escritora y coleccionista, aspectos fundamentales que la acompañaron a lo largo de su vida y que marcaron un hito clave para concebir de una manera diferente el coleccionismo del siglo XX. Procedente de una familia estadounidense adinerada, Gertrude junto con su hermano Leo, participó de forma directa en el desarrollo y la promoción de una gran colección de arte contemporáneo, con obras de artistas como Matisse, Picasso o Braque, entre otros.
Gertrude Stein by Jo Davidson. National Portrait Gallery, Smithsonian Institution; gift of Dr. Maury Leibovitz
Peggy Guggenheim (1898-1979)
Hija de un magnate judío-americano y sobrina de Solomon R. Guggenheim, el fundador de la que más tarde sería Fundación Guggenheim.
Peggy Guggenheim comenzó a coleccionar obra gracias a la herencia económica familiar. Este hecho le permitió vivir con holgura y conocer a los artistas más vanguardistas de la época. En los años treinta abrió una galería en Londres y posteriormente, tras un estrepitoso fracaso, se trasladó a su Nueva York natal, donde acompañada por su pareja el artista Max Ernst, fundó Art of This Century, un espacio que se convirtió en fundamental para el desarrolló cultural neoyorquino y el afianzamiento del arte contemporáneo, destacando entre sus artistas el pintor Jackson Pollock.

Peggy Guggenheim con el móvil de Alexander Calder, c.a. 1950.
© Fondazione Solomon R. Guggenheim, foto Archivio CameraphotoEpoche, donazione Cassa di Risparmio di Venezia, 2005
Grete Stern (1904-1999)
Grete Stern, una alemana que con la llegada del Nazismo emigró a Argentina, se educó en la escuela de la Bauhaus. El interesante centro alemán fue uno de los primeros en formar a mujeres, a pesar de que fueran orientadas principalmente al campo del tejido. Sin embargo, no fue en éste donde destacó Stern. La fotografía, que por entonces comenzaba a incorporarse como expresión artística, fue uno de los campos en los que se permitió el acceso a la mujer por el hecho de no contar con una tradición académica previa. Stern destacó notablemente, lo que le permitió crear un estudio fotográfico en Alemania y posteriormente desarrollar una gran y vanguardista producción artística en Argentina. Su obra, en la que prima el fotomontaje, contó con un importante componente crítico, destacando su rechazo al papel de la mujer de clase media argentina, vista meramente como un objeto.
Grete Stern. Sueño 1. Artículos electrónicos para el hogar, 1949. © 2014 Galería Jorge Mara-La Ruche
Louise Bourgeois (1911-2010)
Louise Bourgeois es considerada como una de las más importantes escultoras del siglo XX. De origen francés, pero afincada la mayor parte de su vida en Estados Unidos, Bourgeois consideraba el mundo del arte como propio de hombres, hecho que la mantuvo al margen y sin motivación, salvo en contadas ocasiones, para exponer sus obras. Por ello, no fue hasta que cumplió los setenta cuando adquirió reconocimiento internacional, gracias a la retrospectiva que le dedicó el MoMa de Nueva York.
A lo largo de su vida trabajó con elementos como el cuerpo, la maternidad, la sexualidad, la vida y la muerte... siempre destacando en todos ellos un fuerte componente autobiográfico, en el que se mezclaban traumas infantiles con deseos, emociones y sentimientos contrapuestos. Su producción artística no cesó hasta el final de sus días.
Louise Bourgeois. Spider, 1994. © Louise Bourgeois Trust / Vaga, New York / VEGAP, Madrid, 2012
Lygia Pape (1927-2004)
Lygia Pape es una de las más reconocidas artistas brasileñas de la segunda mitad del siglo XX, cuando se puso en marcha la llamada Segunda Modernidad, un movimiento que promovió el desarrollo cultural del país junto con artistas como Lygia Clark y Hélio Oiticica.
Su obra tomó ideas estéticas que fueron de la abstracción geométrica a la introducción en sus composiciones de elementos experimentales y lúdicos. El público pasó a ser fundamental en su producción, formando parte de ella y desarrollándola con su presencia.
Lygia Pape. Roda dos Prazeres, 1967. © Projeto Lygia Pape
Texto: Marina Elvira Ruiz
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