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"Una persona sensible se relaciona con el desnudo de una manera natural"

Luizo Vega nació un 24 de diciembre, fruto del vientre incorrupto de la Reina de las Reinas, o al menos, eso parece.

Creció rodeado de misterio, fascinado por los rituales de la sangre y dispuesto a mostrar al mundo su escultural cuerpo, creado directamente por la mano de Dios. ¿O era Lucifer? Con 33 años se autocrucificó en un desierto de sal, en un acto de redención universal, despertando, por fin, al verdadero anticristo del pop. Desde entonces, no ha permanecido quieto ni un instante. Fotografías, exposiciones, performances, películas y hasta una ópera. ¿Qué será lo próximo? Hoy repasamos, detenidamente, la vida y milagros de Luizo Vega. ¡Qué Dios nos pille confesados!

DOZE Magazine: Luizo, ¿por qué el público suele sentirse tan amenazado ante un desnudo integral masculino?
Luizo Vega: ¡El poder de la polla no tiene límites!. Hace veinte años que trabajo el desnudo masculino y el efecto nunca deja de sorprenderme. A veces pienso que se trata de algo más primordial, como una conexión con nuestro origen, porque de allí venimos ¿verdad?

DM: ¿Te suele molestar que la gente se fije más en la presencia de desnudos en tus trabajos que en los propios trabajos? ¿O nunca has tenido esta sensación?
LV: Si le pasó a Goya… ¿cómo puedo quejarme yo? A esta altura de mi vida me importa bastante poco la subestimación ajena. Yo me dedico a crear y generar arte, trabajo y experiencias para mí y para mucha gente alrededor del mundo. El que solo ve un culo lo verá en mi humilde obra y en la de la genial Vanessa Beecroft también. Una persona sensible se relaciona con el desnudo de una manera natural y puede ver más allá de los pezones, y el que no pueda pues que trepe a un lindo árbol y se coma una banana.

DM: Aunque en España hace menos tiempo que te conocemos, en Argentina o Chile tus trabajos han sido muy populares y, en muchas ocasiones, muy polémicos. De hecho, creaste una gran revolución en Chile y llegaron a expulsarte del país. Desde entonces, ¿cómo te enfrentas a la censura?
LV: Con muchísima paciencia. Políticos, prensa, productores, redes sociales y, sobre todo, colaboradores y amigos siempre están censurándome. ¡No te cuelgues de ese balcón!, ¡No subas esa foto!, ¡No te metas con los musulmanes!... Siempre están diciéndome que no a algo desde que tengo memoria. Hasta LaBruce me pidió que no llevara un revólver a la última fiesta que organizamos en Stardust con Sara Loeh (se ríe). Supongo que al vivir en una sociedad uno debe adaptarse un poco, pero tampoco llegar a perder la libertad creativa. Hay algo que ningún gobierno facho ni ninguna opresiva religión pueden quitarte y eso es el pensamiento intelectual. Yo creo mucho en eso. Si está en mi mente lo tengo que desarrollar.

DM: A principios de noviembre hiciste en Barcelona tu performance Baby Burka ¿Cómo has notado la reacción del público y de las autoridades españolas?
LV: Con esa performance tuve mis primeras críticas positivas en España. Fue una obra que gustó mucho. Estuvo hecha con corazón y autenticidad. El burka y la vagina son dos dimensiones  incompatibles para muchísima gente, y esa gente no es muy tolerante que digamos. Por eso fue algo tan intenso. Ahora llega el turno de Baby Bambi, una mutante con cabeza de ciervo que paseará desnuda por las heladas calles de Madrid a comienzos del próximo año.

DM: Gran parte de tu trabajo fotográfico está relacionado con la iglesia, la religión y, sobre todo, la figura de Jesucristo. Nacer el día 24 de diciembre como Jesús ¿ha marcado tu trayectoria artística?
LV: Sin duda que el nacimiento significa mucho para cualquier persona y en mi caso ha marcado a fuego toda mi obra. Pero, honestamente, me inspiro menos en el Cristo y mucho más en el Anticristo. El primero ya pasó y el último está sucediendo. ¡Arriba lo contemporáneo! Recuerdo muy claramente que cuando cumplí nueve años y una tía muy querida me regaló el libro de La Profecía. Imagínate en plena Navidad a un niño leyendo obsesionado la historia de Demian y diciéndose a si mismo: ¡quiero ser como él, quiero ser como él! (risas). Hay un punto en la leyenda que me apasiona y es ¿por qué el favorito decide desertar?. Un ser que conoce ambos lados de la luz me parece mucho más interesante. Jesucristo ya no es hot, sólo calienta a monjas cachondas y curas culposos. Llegó la hora de Lucifer.

DM: En tu film La Croix podemos ver todo el proceso preparativo físico y mental que te llevó a crucificarte con 33 años en medio de un desierto de sal. En tu proyecto Sacré te hemos visto desnudo ante la Sagrada Familia en Barcelona, Notre Dame en París o la Basílica de San Pedro en el Vaticano. ¿Crees que el Papa ha tenido pesadillas contigo?
LV: Ojalá, pero estoy seguro de que no sueña con mayores de quince años..

DM: Pero no sólo la religión ocupa tus fetiches, también la sangre y el dolor tienen un papel principal. Te hemos podido ver llevando tu cuerpo al extremo, ya sea atravesándolo con 33 agujas o sujetándote a pulso en un precipicio. Empiezo a pensar que era la versión terrenal del superhombre...
LV: Busqué sublimar el dolor pero la verdad es que siempre duele y al contrario de lo que algunos piensan, no lo disfruto en lo más mínimo. No soy masoquista ni nada por el estilo. Las perforaciones son para mí una cuestión de entrega, de desnudez emocional y las hago solo en ocasiones muy especiales y para artistas que admiro como Bruce o Diaz Arri. El tema de la sangre tiene que ver con mis orígenes Mayas. Mis antepasados realizaban sus principales rituales con el fluido vital, incluso comían corazones latiendo. Cuando sangro me conecto con ellos, es un viaje muy íntimo y espiritual. ¡Lo de superhombre lo tomo como un gran elogio! Siempre quise ser Peter Parker en versión marica hardcore (risas). Trepar por edificios sin seguridad me vuelve loco y quedar flotando en un balcón a 50 metros, ni te cuento. La acrobacia extrema es la mejor droga de todas. Parkour religion for everybody.

DM: Últimamente te hemos visto muy ligado a Bruce Labruce. Bajo sus órdenes participaste en la ópera Pierrot Lunaire y vas a rodar su próxima película Santo, the obscene. ¿Cómo llegó Bruce a tu vida?
LV: Conectamos por Facebook hace un tiempo. Primero me propuso un papel en LA Zombie pero no soy apóstol de ningún porno star (risas). Después hubo una idea de libro con mis suspensiones de balcones que no cerró y finalmente el día de mi cumpleaños recibí su mensaje invitándome a Berlín a coprotagonizar Pierrot Lunaire con Susanne Sache. ¡Saltaba de la alegría! Cuando nos encontramos en persona fue amor a primer proyecto. Pasamos dos meses muy intensos con ensayos interminables y muchísima presión y, tres días antes del estreno, ¡me quebré una costilla! Todas las funciones estaban vendidas y yo convaleciendo sin poder ni respirar! Finalmente el día antes me fumé tres porros seguidos y fui al ensayo general. Subirme a la barra de metal y hacer las acrobacias a siete metros de altura con un hueso roto es algo que no puedo recomendar pero valió la pena. Cuando terminó la última función, nos abrazamos y nos hicimos verdaderos amigos. Al mes lo invité a Barcelona a pinchar en una fiesta que organizamos con mi amiga Silvia Prada en el mítico Cabaret Berlín y él llegó ya con la propuesta de Santo, the Obscene. Me dijo: “Luizo, voy a escribir una película para ti”. ¡Y todo gracias a esa bendita costilla!

DM: Las películas de Bruce Labruce tienen un alto grado de erotismo, en muchas ocasiones, extremo, ¿has puesto algún tipo de límite?
LV: No soy muy de poner límites y menos a genios como Bruce. Pero él conoce mi filosofía y sabe bien que, por ejemplo, pornografía no haría. Pero tampoco maltrataría a un animal, ni comería caca de perro como Divine, jaja. No es una cuestión de moral sino de sentirse a gusto. Como yo también soy director en ocasiones puedo entender que se quiera algo específico de un actor o un performer, pero también sé que, si realmente te interesa trabajar con alguien en particular, siempre hay un margen de negociación. Justamente ahora estamos conversando con la diva francesa Beatrice Dale para que se sume al elenco del film y ella ya no hace los desnudos que el guión exige. Es imprescindible la comunicación y llegar a un punto de acuerdo. El nazismo en el arte es lo menos. Yo, personalmente, jamás perdería a una actriz como ella por un desnudo. ¡Never!

DM: Estas últimas semanas has estado en Madrid produciendo la próxima exposición de Bruce Obscenity ¿Qué nos podremos encontrar en esta exposición? Cuéntanos qué ocurría en el backstage.
LV: Obscenity es un proyecto apasionante. Comenzó como una pequeña exposición fotográfica previa a la película y hoy ya tiene fecha de estreno, el 16 de Febrero en La Fresh Gallery de Madrid y próximamente en cinco grandes capitales más. Es impresionante toda la gente que ha participado y que quiere participar. Como productor y director de arte me interesa unir a las diferentes tribus y también derribar barreras entre los iconos y los nuevos talentos. Un día normal de shooting en el Yesh Studio de Angie Bankhead podías ver a Alaska de virgen cantando Billy Idol, a Xevi Muntané de cura fag con tacones de quince centímetros, a Mario Vaquerizo tomando cerveza con corona de espinas o a la divina Maria Forqué succionando el dedo de mi pie ante un LaBruce más que inspirado. ¡Imágenes difíciles de olvidar! El último día fotografiamos a Rossy de Palma comiéndose una bolsa de hostias y en un momento le dije: “¡Bienvenida al underground de nuevo Rossy!”. A lo que ella me respondió: “Que nunca nos fuimos cariño, que nunca nos fuimos”. Ese fue el espíritu de toda la producción y espero que continúe en las nuevas versiones que haremos en Roma, Berlín, Londres, París y Nueva York.

DM: Junto con Jesús Lucia, tu pareja y fotógrafo de cabecera, formáis un dúo excepcional y también muy erótico ¿Eres consciente de tu tremendo atractivo sexual?
LV: Pero si ya soy un señor mayor!

DM: ¿Y cuáles son tus sex symbols?
LV: ¡Jean Claude Van Damme en Soldado Universal! La tenía en VHS y, de tanto poner pausa en la escena "culo caminata", la cinta se rompió y me jodió el aparato.

DM: Para terminar, ¿qué proyectos tienes para el 2012?. ¿Vamos a poder seguir viéndote por España o tienes planes de mudanza?
LV: Este próximo año no sé si sobreviviré. Tengo el síndrome de artista punk que, de repente, comienza a ganar mucho dinero y no puede decirle que no a nada. Además de Obscenity estoy produciendo una nueva muestra fotográfica llamada Naked y una retrospectiva de mis últimos diez años con obras firmadas con sangre. Las películas Santo, the Obscene y Pierrot Lunaire con LaBruce, mi debut como director en largo con Material.Boy, la película noir Pecador con Rick Castro y la ópera queer Diavollo Querelle. A eso súmale mis trabajos con La Fura del Baus y una lista muy larga de colaboraciones con fotógrafos y artistas plásticos. ¡Si el mundo se va a la mierda el 21 de Diciembre, quiero irme trabajando!

DM: Por cierto, sácame de dudas, ¿estoy hablando con el hijo bastardo de Madonna?

LV: ¿Y tú qué crees? ;)

Entrevista: Hombre Confuso